1959. Un año después de la publicación de su última obra
“Desayuno en Tiffany’s”, Truman Capote lee en el New York Time la noticia del
asesinato de una familia de granjeros, los Clutter, en un pueblo de Kansas. Despierta
su interés tanto la forma como se realizó el crimen, la reacción de los
habitantes quienes quedaron consternados y el porqué de aquel suceso
aparentemente sin motivo. Convence a su editor de enviarlo a Kansas con la
promesa de escribir un nuevo libro, con el cual crearía un nuevo género
literario: la nonfiction novel.
Viaja a Kansas con su mejor amiga Nelle Harper Lee al pueblo
de Holcomb, lugar donde sucedió el hecho. Al llegar se encuentra con un
ambiente ensombrecido por el miedo y la desconfianza, donde en un principio le
era difícil entablar buenas relaciones con los habitantes, más que todo por su
abierta orientación sexual. Durante las entrevistas no tomaba notas, ya que perdía
espontaneidad, al mismo tiempo que usaba confidencias para simpatizar con el
entrevistado. Cuando regresaban al hotel recordaban las conversaciones y las
escribían o pasaban a máquina.
Primero habla con Alvin Dewey, quien supervisaba la investigación del caso y después
con las personas que tuvieran alguna relación directa con los Clutter. Gracias
al apoyo de Nelle no tardó en ganarse la confianza de todo el pueblo, quienes
le enviaban invitaciones para que los visitara.
A finales de año acurre algo muy importante: la detención de
los asesinos, Perry Smith y Richard “Dick” Hickock. Visita a Perry y queda
fascinado con él. Al sentir que su obra estaría incompleta sin narrar la historia
de estos dos hombres decide visitarlos continuamente para saber el cómo y el
porqué de aquel día.
1960. Perry y Dick son condenamos a muerte en la hoguera,
para que su obra no finalice abruptamente visita a Perry y le promete buscarles
un mejor abogado para la apelación. Las continuas entrevistas con los asesinos,
el seguimiento del proceso judicial y el estrecho vínculo con Perry, quien le
da su diario, ayudan a que el libro siga en desarrollo. Aun así, la obra no
llega al climax ya que Perry se resiste a contar lo que realmente sucedió ese
día.
1962. Por motivos sociales y amorosos viaja a España para
escribir su libro. Durante su estancia en el extranjero, mantiene
correspondencia con Don Cullivan, amigo de Perry a quien conoció en el ejercito, Alvin Dewey, y los asesinos,
logrando conocer más a fondo a estos dos. De regreso a Nueva York logra
convencerlos para que les cuente sus preocupaciones, sus pensamientos, sus
sentimientos. Llegan a ser amigos, sobre todo con Perry con el que Capote se
sentía muy identificado: baja estatura, infancia difícil, problemas familiares,
entre otros. En una de sus últimas visitas Perry le confiesa lo que sucedió
aquel día.
1965. Las apelaciones le causan depresión, ansiedad y un
dilema moral: desesperadamente publicar su libro, y con ello la muerte de
aquellos hombres a los que consideraba amigos suyos. Finalmente decide ignorar a Perry cuando este le pide ayuda para la siguiente apelación y son sentenciados a muerte por la hoguera.
Con miedo acude al penal al para darles una última visita a Perry y Dick, donde al verlos cara a cara rompe en llanto por la impotencia que sentía por no haberlos salvado. En la madrugada del siguiente día son llevados a la horca.
1966. "A sangre fría" es publicada.
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